Fernando Ojeda parecía tenerlo todo: exitoso empresario de la noche madrileña, modelo… Sin embargo, la paternidad le removió a nivel interno: se encontró en la tesitura de querer transmitir unos valores más nobles a sus hijas. Es por ello que fundó en 2019 (R)Forest Project, una ONG dedicada a la reforestación.
Con solo 16 años empezó su carrera como empresario de la noche y la restauración, yendo a contracorriente de las estructuras familiares. Su gran etapa en este ámbito discurrió entre 1996 y 2016. “Es una época que recuerdo con mucho cariño, pero soy más feliz ahora, la verdad”, señala.
De su precocidad en el mundo de los negocios ya se puede intuir cuál es uno de sus rasgos esenciales de su personalidad: cuando algo que le da miedo o inseguridad, se lanza a por ello como un kamikaze. Y así pasó con su faceta como modelo: “Me llamaron un par de agencias. Empecé con Sight Management y luego con View. Actualmente estoy en View. Es una carrera complementaria en mi vida que es divertida y me complementa un poco”.
Entonces llega la paternidad y con ella un proceso de profunda reflexión interna. Necesitaba transmitir a sus hijas valores y principios más profundos que los del mundo de la noche y la moda.
Seguidamente, echó la vista atrás y vio en su infancia un punto de partida. Y es que Fernando se crio en la Vega de Genil (Granada), donde su familia se dedicaba a las plantaciones sostenibles de bosques desde hacía varias generaciones. “Es lo que he mamado de pequeño”, subraya.
Así nace (R)Forest Project, un proyecto a través del que Ojeda busca “compartir una filosofía de vida con mis hijas en el núcleo familiar y convertirnos en activistas ante los problemas mundiales. Ir creando esa costumbre en casa donde se ve que de manera cotidiana nos implicamos de verdad, nos manchamos de barro, salimos a la montaña y nos ponemos a trabajar como algo familiar, espiritual, de principios y valores que el resto de mis profesiones no tenían”.
“Es algo puro y me interesaba mucho que por lo menos un tercio de mí fuese filantrópico y lleno de valores porque me enfrentaba a la paternidad como empresario y modelo”, añade.
Fernando Ojeda apuesta por la ecología millenial: “En las antiguas ecologías todo el mensaje era radical y destructivo, de crítica y culpabilizar. Ahora llega una ecología millenial, rápida y ágil que comunica, sobre todo, mensajes esperanzadores, alentadores y muchas soluciones”.
Y lo que empezó como algo puramente familiar se han convertido en una ONG de referencia en el mundo de la reforestación. De hecho, ha plantado 72.000 árboles en menos de cinco años.
El primer gran hito de (R)Forest Project fue la colaboración con Montblanc: “Al poco tiempo de crear la fundación, yo trabajaba de imagen para ellos. Al verlo, me dijeron que era precioso lo que estaba haciendo y que querían ser el primer sponsor. Esto para mí fue un alivio y una alegría porque iba a crecer más rápido. Empecé el proyecto con fondos propios y esta ayuda fue inestimable. Después, Chocolates Trapa me propuso plantar 10.000 árboles en todas las provincias españolas. Fuimos a por ello”, señala.
De todo este proceso, Ojeda destaca como una de las principales lecciones de vida: “Debemos creer en nosotros mismos. Mis hijas pequeñas y yo empezamos con un primer paso y nadie creía en nosotros. El mensaje de todo el mundo era: ‘para qué vas a hacer esto’, ‘no sirve de nada’, ‘no vas a cambiar el mundo’. Mis hijas y yo hicimos caso omiso a estos comentarios, creímos en nosotros mismos y lo hemos conseguido. Por eso hay que recordarlo siempre: somos capaces de hacer cualquier cosa que nos propongamos”.
Así es Fernando Ojeda, el hombre que quiso profundizar y echar raíces. Sin duda, un ejemplo inspirador que conecta con el espíritu de Ambassadors For The Planet (AFP) de FLOPP.
Puedes leer la entrevista completa aquí: Entrevista Fernando Ojeda.
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